Por: Diego Sánchez Reséndiz.


El liderazgo es una competencia que se ha estudiado de manera muy amplia desde perspectivas psicológicas, sociales, de trabajo y desde puntos de vista organizacionales, hay registros desde 1940 de estudios liderados por Kurt Lewin que buscan hacer claro este concepto. Hasta la fecha se ha escrito mucho al respecto pero todavía se desconocen partes sustanciales de su naturaleza. El liderazgo genera interés genuino en investigadores ya que es una competencia determinante para el logro del éxito de las empresas y otras organizaciones.


Las organizaciones son sistemas dinámicos en cambio permanente debido a la relación que existe entre los líderes y sus colaboradores. Se puede afirmar que el poder y el liderazgo son factores cruciales en la dinámica de las empresas y pueden generar problemas y desequilibrios o ayudar a su desarrollo y trascendencia. El comportamiento de los líderes de la organización afecta de manera directa a los sistemas que las conforman, de modo tal que esa movilización puede conducir a la organización a tres estados diferentes: La evolución, el deterioro o la disolución; todos dependiendo del comportamiento y decisiones que los líderes, formales e informales, generen. En este sentido se destaca que el liderazgo y el poder son fenómenos que influyen, de manera conjunta, para movilizar a las organizaciones para bien o para mal.


El liderazgo es una competencia sumamente estudiada, ahí su valor teórico, ya que existen muchas investigaciones que tratan de explicarla, pero normalmente no son lo suficientemente explicativas como para abarcar un fenómeno de tal importancia. El liderazgo se percibe muy bien en el ámbito empresarial pues se considera la suma de habilidades que permiten ejercer influencia sobre las personas.


Muchos autores han tratado de definir cuáles son las características que un líder debe tener y después de analizar varios estudios se considera que las habilidades de directivos eficaces pueden distribuirse en las siguientes 10 categorías. Cabe mencionar que no son las únicas pero si son las que se encontraron más significativas para los fines de este artículo ya que estas no se centran solamente en habilidades o sub competencias del liderazgo, sino en capacidades que deben tener las personas para dirigir a otras personas dentro de las organizaciones, y en mi opinión no se pueden separar las habilidades del liderazgo de las administrativas:


1. Comunicación verbal: La capacidad que tienen los ejecutivos de transmitir ideas y recibir retroalimentación.

2. Administración del tiempo: El poder que tienen las personas para priorizar sus acciones de modo que puedan realizar lo más conveniente en el tiempo disponible sin tener que sacrificar cosas importantes en su vida y su salud.

3. Toma individual de decisiones: Capacidad de escuchar a otros pero no depender completamente de las demás personas para generar decisiones que afecten a sí mismos y a las organizaciones que tienen bajo su gestión.

4. Reconocimiento y solución de problemas: Habilidad de encontrar soluciones creativas a problemas cotidianos.

5. Motivar a los demás: Encontrar maneras de que las personas combinen la motivación intrínseca con la extrínseca de forma que den lo mejor de sí para lograr objetivos organizacionales.

6. Delegación: Capacidad de dar responsabilidad y poder a otras personas de modo que cumplan sus tareas de manera responsable.

7. Establecimiento de metas y visión: Parte estratégica del liderazgo en donde se tiene que coordinar los objetivos del líder con los de la organización y los individuos que la conforman de modo que los miembros puedan trabajar con gusto en busca de la consecución de los mismos.

8. Autoconocimiento: Un líder debe conocer sus habilidades y limitantes de modo que pueda confiar en sí mismo y pueda transferir esa confianza a sus subordinados para que quieran trabajar con él haciendo su mayor esfuerzo.

9. Formación de equipos: Un líder deberá siempre estar trabajando para y con un equipo, son conceptos que siempre estarán ligados, un líder siempre es necesario para un equipo así como un equipo será siempre necesario para un líder de modo que se hace obligatorio que un líder pueda formar un equipo de trabajo eficiente, pero se hace más importante que pueda mantenerlo y desarrollarlo.

10. Manejo de conflictos: El conflicto es una constante dentro de las organizaciones. Siempre que existan dos o más personas que tengan relación entre sí y tengan opiniones diferentes se generarán conflictos; se vuelve indispensable para un líder el poder aprovechar estos conflictos para generar cambios que mejoren la situación de las personas y las organizaciones. Un líder no puede huir al conflicto, debe enfrentarlo y potencializarlo.


Al haber definido ya las características que son deseables que tenga un líder la pregunta obligada a responderse será: “¿Cómo podemos entonces desarrollar estas habilidades en las personas que esperamos ejerzan liderazgo?”


En los ámbitos educativos y de capacitación actuales se habla de manera cotidiana acerca de la capacitación por competencias, y el liderazgo no es la excepción; considerada por Villa y Poblete (2008) como una competencia genérica y sistémica, el liderazgo puede definirse como la capacidad para ejercer influencia en personas o grupos mediante la anticipación del futuro y la contribución al desarrollo individual y grupal; es una competencia compleja que necesita de otras para ejercerse de manera efectiva.


La formación basada en competencias surge como una propuesta completa para la generación de aprendizaje significativo orientada a la formación integral de los aprendices de modo que fomenta la construcción de aprendizaje de manera autónoma, e incluyen tres partes fundamentales: Saber ser, saber conocer y saber hacer.


Al ser el liderazgo una competencia sistémica y compleja debe ser desarrollada mediante procesos bien planeados con una aplicación concreta de modo que los participantes puedan incrementarla de manera integral.


Las personas responsables por la capacitación y desarrollo de las empresas deberán conocer metodologías para identificar e incrementar las competencias, de manera integral, de los empleados estas metodologías deberán aplicarse a cualquier competencia y el liderazgo no es la excepción. Levy Leboyer propone un modelo empresarial de gestión de competencias que se divide en tres fases:


  1. Identificar: Esta primera fase permitirá al investigador obtener información de modo que pueda encontrar, de manera específica, la necesidad del individuo en el ambiente cotidiano que le genera la necesidad de generar dicha competencia.
  2. Evaluar: Ya que se ha detectado qué es lo que se necesita desarrollar en el perfil del participante se deberá ver el grado de desarrollo de la competencia en sí mismo, de modo que se reconozcan específicamente las necesidades que tendrá la persona para llegar al punto deseado en la identificación.
  3. Desarrollar: Este será el punto más importante, ya que al haberse identificado el ideal de la competencia en el participante y al evaluar su estado real y actual se deberá generar un plan en donde se planteé la técnica correcta y las experiencias de construcción del conocimiento para llegar al ideal; de la misma manera deberán aplicarse, evaluar y dar seguimiento de manera que se asegure el desarrollo directamente.



El anterior es un modelo aparentemente sencillo pero completo y complejo, esto último principalmente porque las competencias varían de acuerdo a la persona y circunstancias de modo que existen varios autores que dan distintas características y clasificaciones o estas varían también de organización a organización, lo cual puede traer problemas al tratar de extrapolar una competencia de una empresa a otra, o hasta de una persona a otra.

La cuestión del desarrollo es la parte que más trabajo cuesta a las empresas, ya que debe hacerse un plan formal e individual para cada una de las personas en las que se quiere incrementar la competencia específica, de acuerdo con Villa y Poblete (2008) el proceso de enseñanza/aprendizaje para el desarrollo de competencias tiene las siguientes fases:


Generación de estrategias y metodologías de enseñanza: Diseño de un proceso que aseguren que las personas puedan desarrollar las competencias de acuerdo a los objetivos planteados. Incluyen la generación de estrategias, métodos, técnicas, recursos y tiempo para la aplicación.

Modalidades: Métodos generados para organizar el proceso de enseñanza de la competencia. Estos pueden variar de acuerdo a la naturaleza de la organización y a los recursos de la misma; actualmente la tecnología nos permite hacer capacitaciones y entrenamientos en modalidades presenciales, virtuales y mixtas; también en este ámbito se deberán plantear especificaciones acerca de las técnicas a utilizar, como aprendizaje basado en problemas, aprendizaje experiencial, entre otros.

Seguimiento: Metodología individual o grupal en la que se revisan los trabajos y proyectos generados por el aprendiz de manera que se pueda dar retroalimentación del progreso que lleve al participante a generar una evaluación propia y reflexione para su mejora personal.

Evaluación: Obtener información de las personas que será expresada mediante una puntuación numérica en la que se exprese el desempeño del aprendiz para que éste pueda generar su estrategia de mejora. El sistema de evaluación debe especificar qué y cómo será la manera de generar el sistema de puntuación. La evaluación es un punto clave para que un proceso de enseñanza sea válido ya que de esta manera se puede ver el progreso y la manera en la que el individuo va avanzando en la solución de situaciones complejas


La fase de evaluación se ha reconocido como unas de las cuestiones más complejas de esta forma de construcción de aprendizaje ya que se deberá evaluar el conocimiento y la pericia para la aplicación del mismo así como la actitud y emocionalidad que tiene la persona al hacerlo y compartirlo con otros.


Para el desarrollo de una competencia se debe generar un sistema personal de aprendizaje en el que el individuo se haga responsable y consciente de su desarrollo de modo que pueda combinar cuestiones prácticas y teóricas que finalmente se vean en un aprendizaje concreto.


El tiempo que este desarrollo toma variará de persona a persona y deberá ser un factor fundamental para la evaluación del mismo. Algunos autores hablan de procesos de varios meses y otros hablan de procesos de años para el desarrollo de las mismas, universidades buscan desarrollar competencias, de manera transversal, mientras los estudiantes cumplen con sus planes académicos.


A grandes rasgos, el Liderazgo es la capacidad que tiene una persona de influir en otras para la realización de los fines del líder, sean negativos o positivos, si no hay un grupo de personas no hay influencia y en consecuencia no hay liderazgo. Las sociedades modernas necesitan personas que dirijan a las empresas, personas que puedan transformar a las organizaciones, que puedan mejorar los procesos existentes y que puedan compartir sus visiones con los demás y que al mismo tiempo desarrollen a sus equipos. El liderazgo se refiere a poder ejercer de manera sistemática una influencia, en su organización, significativamente más grande que otras personas


El liderazgo es una competencia y, como tal, puede incrementarse o adquirirse, cualquier persona puede desarrollarlo; es una competencia muy bien valorada y vale la pena trabajar en ella, siempre es bien recibida para dar puestos de mayor poder y capacidad de delegación. Al comentar que todas las personas pueden desarrollarlo también es importante considerar que existe cierta predisposición de algunas para esta competencia, no todos podrán desarrollarlo de la misma manera, por eso es importante la evaluación y el planteamiento individual para el trabajo de cada aprendiz de modo que llegue al máximo que su capacidad pueda dar, el liderazgo es una competencia no ejercida por todas las personas que debiesen hacerlo, existen individuos en puestos de poder en las empresas, como gerentes o directores, que meramente hacen un trabajo administrativo y no cumplen con las características que debería tener un líder excepcional.


Como cualquier proceso formativo, la persona en quien se quiere desarrollar la competencia será el factor más importante, y en consecuencia, el responsable de su proceso de construcción de aprendizaje, si él no quiere desarrollarse ningún programa de capacitación o entrenamiento podrán lograr que cambien cualquiera de sus competencias.


BIBLIOGRAFÍA

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